




Tajín marroquí de cerámica para cocinar, disponible en varios tamaños a elegir. Descubre la deliciosa tradición culinaria árabe con este Tajín marroquí de cerámica. Podrás preparar tus platillos favoritos a la perfección. La cocción lenta en el tajín de barro realza los sabores y texturas, creando una experiencia gastronómica única. ¡Haz que tu cocina tenga un toque exótico con este Tajín marroquí!
Puedes utilizar el tajín al fuego directo o sobre vitrocerámica.
Antes de cocinar, asegúrate de curar el tajín para sellar los poros y evitar que los alimentos se peguen. Disfrute de platos deliciosos y bien mezclados gracias a la cocción lenta y la tapa en todo momento.
A continuación, añade las especias, vegetales y carne o pescado al tajín, y mezcla todo con cuidado. Luego coloca en el horno o en la estufa a fuego medio-bajo y cocina durante unas horas, dependiendo del tipo de carne o pescado utilizado.
Deja tapado en todo momento el tajín marroquí para que se conserve el calor y la cocción se realice con éxito. Es muy importante dejar reposar los alimentos antes de servirlos.
Respecto a la limpieza y mantenimiento, lavar siempre a mano con agua tibia y jabón, evita a toda costa utilizar productos abrasivos o esponjas que puedan arañar o perjudicar el esmalte del tajín.
** La garantía de los tajines de cocina cubren exclusivamente las roturas por accidentes durante el envío o defectos de fábrica, y NO cubre roturas ni defectos del tajín ocasionado por el uso incorrecto de los mismos, nuestra empresa no se hace responsable de la manipulación de los artículos ya que no sabemos cómo los utiliza cada cliente.
FICHA TÉCNICA
Dimensiones:Desde 15-38cm diámetro, a elegir.
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Para que disfrutes de tu tajín durante muchos años y aproveches al máximo sus cualidades, te ofrecemos esta guía de uso y cuidados. El barro es un material natural y vivo que, con un poco de atención, se convertirá en una de tus piezas favoritas de cocina.
Al recibir tu tajín, es normal que notes un ligero olor a barro y que desprenda algún residuo fino. Esto es totalmente normal. Sigue estos pasos para prepararlo:
Limpieza Inicial: Lava el tajín (base y tapa) solo con agua tibia. No uses jamás jabón o detergente en su primer lavado ni en los siguientes, ya que el barro es poroso y absorbería los químicos.
Secado: Seca bien con un paño suave o deja que se airee completamente.
Curación (Impermeabilización): Este paso es clave para fortalecer el barro y evitar que se agriete con el calor.
Frota el interior de la base con un poco de aceite de oliva neutro, usando una servilleta o brocha de silicona.
Colócalo boca arriba en un horno frío.
Calienta el horno a 100-150ºC y déjalo durante 1-2 horas.
Apaga el horno y deja que el tajín se enfríe completamente dentro. No lo saques caliente, ya que el cambio brusco de temperatura puede dañarlo.
Una vez frío, retira el exceso de aceite con un paño de cocina.
La regla de oro es: evitar los cambios bruscos de temperatura.
Nunca lo pongas directamente al fuego si está frío. Siempre debe empezar a calentarse a fuego bajo o medio-bajo.
Usa un difusor de calor. Es el mejor aliado para tu tajín. Reparte el calor de forma uniforme y protege el barro de las llamas directas, especialmente en cocinas de inducción o gas.
Comienza con líquidos. Añade siempre un poco de aceite, agua, caldo o los jugos de las verduras antes de ponerlo al fuego.
La magia está en la cocción lenta. El diseño de la tapa cónica hace que el vapor se condense y vuelva a la comida, creando platos jugosos y llenos de sabor. Una vez que empiece a chisporrotear, baja el fuego al mínimo y deja cocinar.
Es perfecto para guisos de cocción lenta y húmeda:
Tajines tradicionales marroquíes (de pollo, cordero o verduras).
Estofados y guisos de todo tipo.
Legumbres (lentejas, garbanzos).
Arroces y cereales (adquieren una textura fantástica).
Pescados y verduras al vapor.
Un correcto cuidado garantizará la longevidad de tu tajín.
Nunca lo sumerjas en agua caliente justo después de usarlo. Déjalo enfriar primero.
Limpia solo con agua caliente y un estropajo suave o cepillo de fibras naturales. Evita los estropajos metálicos abrasivos.
Olvídate del jabón. El barro, con el uso, creará su propia "cura" natural que sella los sabores. El jabón arruinaría esto.
Para eliminar olores o si se ha pegado comida, frota con sal gorda o bicarbonato sódico y un poco de agua. Déjalo actuar y aclara.
Sécalo siempre completamente antes de guardarlo. Puedes dejarlo boca abajo sobre la encimera o meterlo en el horno con el calor residual unos minutos. Evita guardarlo en un armario cerrado si no está totalmente seco.
No apto para lavavajillas, microondas o congelador.
Usa siempre guantes o paños de cocina para manipularlo cuando esté caliente, ya que el barro transmite muy bien el calor.
Si con el tiempo aparece una fina capa blanquecina, son minerales naturales del agua y el barro. Es inofensiva y puede limpiarse con vinagre diluido.