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Un puff marroquí puede definirse de dos maneras, a partir de lo que se percibe o cómo se lo concibe. Por un lado, es un elemento imprescindible en la decoración árabe y está fabricado con cuero natural y a mano por artesanos. Por otro, es ideal para una habitación, escritorio o living para sentarse a leer, descansar e incluso recostarse de forma muy cómoda.
Estos puffs no son como otros. Se tiñen individualmente y luego se cosen y se bordan a mano con un detallado patrón geométrico utilizando técnicas de siglos de antigüedad. Es lo que explica por qué lucen tan distintos y, claro está, su comodidad y sensación única al usarlos.
El puff marroquí o árabe es, al fin y al cabo, lo que su nombre indica: un asiento diferente para aprovechar cada día. Por su historia, composición y otras características, hay al menos cuatro razones para su adquisición:
Los puffs árabes se destacan por estar elaborados con cuero genuino y materiales naturales de alta calidad, como el algodón y la lana. Esto garantiza no solo su durabilidad, sino también una textura agradable y un aspecto auténtico que resalta en cualquier espacio. Es decir, carecerás de inconvenientes para su lavado o para su prematuro desgasta, pero también percibirás mayor agrado al tacto con la piel.
Fiel a su esencia, se adaptan a diversas funciones. Por eso se utilizan como asientos adicionales en salas de estar, dormitorios o terrazas. Tal es así, que constan de una solución práctica y elegante para recibir a invitados o relajarse en cualquier parte del hogar y momento.
Además de ser un asiento alternativo, un puff marroquí puede servir para relajar los pies. ¿Por qué o cómo? Colocarlo frente a un sofá o una silla permite disfrutar de un mayor confort, especialmente para quienes buscan un descanso extra al final del día. Asimismo, no es casualidad que más de uno se termine quedando dormido al recostarse.
Está claro que estos asientos cumplen funciones prácticas, pero también que son piezas decorativas excepcionales. Sus intrincados diseños y colores vibrantes los convierten en un complemento perfecto para agregar un toque de estilo y sofisticación a cualquier habitación o parte del hogar.
En este sentido, y en referencia a lo que la razón para su adquisición indica, la atemporalidad es uno de los puntos fuertes del puff marroquí. Concretamente, es algo que trasciende lo estético, ya que abarca también el hecho de que te podrás sentar en diferentes momentos en lugar uno en específico. Por eso son recomendables para prácticamente todos los casos.
Si observas las distintas opciones de puff marroquíes de Decoración Alcazaba te sorprenderás cómo se diferencian y, al mismo tiempo, exhiben la misma esencia. Es decir, dista el color (uno blanco y otro negro), pero las costuras, materiales, tamaños y composición general son exactamente los mismos.
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