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Los apliques de pared se definen directamente como luminarias que se montan sobre las paredes con el fin de proporcionar una iluminación ambiental, decorativa o funcional. Para lograr esto último según tus preferencias o necesidades especiales de un sitio, se ofrecen múltiples diseños y estilos para adaptarse a cualquier decoración.
Asimismo, los apliques de pared se usan tanto en interiores como en exteriores y sirven para tareas específicas. Dada su ubicación y el tipo de luz que posibilitan, la misma puede estar presente en un consultorio para una sesión de masajes, para leer, hacer gimnasia, etc.
Si ingresas a nuestra sección de apliques de pared árabes encontrarás decenas de opciones. Por eso, es lógico que dudes respecto a cuál adquirir, ya que dudarás acerca de cuál es el más indicado. La elección final dependerá de estas cuatro cosas que debes tener en cuenta:
Es lo que te comentábamos anteriormente y, de hecho, es lo principal al momento de comprar un aplique de pared. Define el objetivo principal: iluminación ambiental, acentuar elementos decorativos, proporcionar luz de tarea en áreas específicas, mejorar la seguridad en exteriores, etc. Recuerda además que es uno para cada sitio, ya que al ubicarse en la pared, resulta muy difícil que con uno solo puedas iluminar dos lugares en simultáneo.
Aunque no siempre sean voluminosos, resulta necesario que complementen el estilo y la decoración del espacio. Para ello, el material, color y forma serán claves para armonizar con el entorno y aportar algo positivo al diseño general del lugar.
Al no situarse en el techo, prestar atención a la altura adecuada y a las zonas estratégicas es imprescindible para evidenciar dos beneficios: por un lado, la intensidad de iluminación correcta y, por otro, la cuestión estética. Es decir, cómo lucirá visualmente y el agrado que le producirá a los visitantes.
Generalmente, se colocan a una altura de entre 1.5 y 1.8 metros del suelo, pero esto puede variar según la función y el diseño específico del elemento. Obsérvalo detenidamente, prueba el aplique de diferentes maneras y decide la más indicada.
Así como hay muchos tipos de apliques, también hay decenas de luces que varían según el color, cantidad de lámparas, intensidad y, claro está, cómo impactan según el ambiente. No es igual una habitación grande que se utiliza como biblioteca que una pequeña en la que solo duermes y descansas.
Cabe mencionar que hay una característica en común para todos los apliques de pared: si contienen una luz LED es mejor. ¿Por qué? Porque durará más tiempo y, además, la iluminación será más adecuada y a partir de un consumo menor.
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